miércoles, 23 de octubre de 2013

Crónica de la Bluetrail 2013 - Ultratrail 101 km - Parte I de II - Por Javi Padrón.



No se como empezar. Siempre es lo mas complicado. Me paso horas antes de escribir la primera frase de una crónica, y gracias a eso, esta vez empiezo esta. No sabíamos como iba a ser la carrera este año. Las ediciones de los dos años anteriores no había dejado contento a todo el mundo. Mucha gente dudaba si asistir al evento por diferentes motivos. Mala organización, dureza del recorrido, tiempos de corte muy estrictos o simplemente no habían tenido la oportunidad de realizar con anterioridad una carrera de 70km. Mi padre y yo no teníamos dudas. Iriamos a la larga. ¿Donde encontraríamos otra carrera de 100 km y que pudiera subir a 3500 metros de altura? Dicho y hecho, nos inscribimos con bastante antelación mas que nada por ahorrarnos unos duritos. Otros 5 compañeros se atreverían con la de 51. Y alla que nos vamos. Llega el día 19, o mas bien el 18 por la noche. Cogemos la guagua en el puerto y nos dirigimos a Los Cristianos. Muchos conocidos nos acompañan y el viaje se hace rápido. Al llegar al muelle ya están allí mi mujer, mi madre y mis hijos. Nos animaran en un par de puntos de la carrera. Nos bajamos y empezamos a saludar amigos. Conocemos a muchísima gente. 




Queda una hora y se hace muy larga. Todos tienen ganas de que sean las 12 y se vayan los nervios de una vez. Hacemos control de material, de chip y para dentro. No hay salida. De aquí pal Puerto de la Cruz. Presentan a los favoritos, guardan un emotivo minuto de silencio por el corredor fallecido el año pasado y a correr. Pasamos entre la gente que grita y anima por toda la avenida. Como siempre, los pelos de punta. Me pongo en primera línea. Tengo a Santi Obaya por un lado y a David López Castán por el otro. Jejeje. Parece que soy alguien. 

Foto de Aventurextreme

Asi los aguanto un par de kilómetros, hasta las primeras rampas en las que pienso con la cabeza y aflojo el ritmo. Quiero llegar entero al Puerto. Pasamos la gasolinera y delante de mi van 8 ó 9 corredores. Yo un poco más atrás. Cuando dejamos el asfalto me doy cuenta que todos ellos se han equivocado. No vieron las señales y suben por una pequeña montaña cuando había que bajar por un barranquillo. Les grito y sigo mi camino. Voy líder jajaja. Nunca había ido el primero en una carrera y se me hace raro. Aprieto un poco el paso y pienso “disfruta este ratito”, pero pronto me lo pienso mejor y aflojo otra vez: ”oye, que te quedan 95 km”. En poco tiempo David, Santi y los demás ya me han alcanzado. Era lo normal. Yo a lo mío. Llevo un ritmito bueno. Siempre trotando y casi sin caminar. Llego a la camella y allí esta mi familia. Que contentos mis niños de verme pasar. No me paro pero me animan mucho. 


Seguimos subiendo por las empinadas cuestas de asfalto. Son muy duras y te obligan a caminar. Al rato ya estoy en Arona. Primer puesto de control. Llevo 1 hora y 15. Voy bien de tiempo. Lleno las botellas, cojo algo de fruta y sigo. Entramos en la zona de Vento. El año pasado muchos se equivocaron por aquí, pero este año el balizado estuvo perfecto. Quedan 6 km hasta Ifonche y el terreno es bastante malo para correr, pero es entretenido. Eso hace que los km se pasen rápido aunque haga este tramo completamente sólo. Llego al avituallamiento y no recuerdo lo que como, aunque se que no fue mucho. Algo de fruta. Sigo por la carretera y ya hace frío, aunque no me abrigo. Me meto en el monte y ahora hay un largo camino hasta Vilaflor, pero este año llevo el Garmin y se la distancia exacta. El año pasado se me hizo eterno este tramo. Me alcanza un corredor y se pega a mi. Va hablando conmigo pero yo en carrera tengo poca conversación, no soy buena pareja para un viaje, jajaja. Como veo que se va quedando atrás le pregunto su nombre, Juanjo Correa, y le digo que ya nos veremos, que voy a seguir a mi ritmo. Falta poco para llegar pero se hace largo. Por fin veo el avituallamiento. Llego en 3 horas y 39 minutos. 10 minutos menos que el año pasado y muy bien físicamente, lo que me alegra bastante. Tomo un poco de caldo, algo de fruta, coca cola, estiro un poco los gemelos y sigo mi camino. Las calles de Vilaflor están desiertas y rápidamente dejo el pueblo. Empiezo a subir por un barranco y pienso en el siguiente punto. La pista de Madre del Agua. Son solo 5 km y no son muy duros. Me gusta ir poco a poco pensando en distancias cercanas, aunque para que mentir, me imagino ya entrando en la meta de manos de mis hijos, aunque aun queda mucho para eso. En poco tiempo llego al avituallamiento. Son mas de las cuatro de la mañana. 

Foto de Correcaminos Team

Ya empieza a hacer frío, tengo sueño y no puedo comer bien, porque se me ha revuelto el estomago. Como solo naranjas aquí y sigo para arriba. De aquí a Siete Cañadas es donde peor lo paso. Voy un poco mareado y no veo bien. Estoy cojonudo físicamente pero no se si es por la linterna que no veo bien, o por las horas corriendo de noche, que tengo nauseas. Quiero que amanezca. Que me caliente el sol. Ver con luz del día. Pasando la recta de picón que lleva a Guajara me alcanza Tini. El va jodido del tobillo y hablamos un poco. Le comento que no creo ni que pueda correr al llegar a la pista, que no me encuentro muy bien. Seguimos juntos hasta la Degollada, allí me adelanto, el no puede bajar rápido. Ya se ve el Teide, con un sombrero de nubes que impresiona y a la vez te asusta. ¿Hasta allí tenemos que subir?

Muy pronto, la segunda parte.

Javi Padrón

Clasificaciones:



Videos:



PSB



1 comentario:

  1. Leer esto a la siete de la mañana me pone las pilas.. no te dejes dormir con la segunda parte Saludos C. TEJERA

    ResponderEliminar